sábado, 26 de diciembre de 2009

Zp en el país de las maravillas

La intervención del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en el día de ayer, en el Congreso de los Diputados en el denominado debate contra la crisis demostró, una vez más, la capacidad de manipular los datos reales del líder socialista transformando una España donde el paro y el déficit crecen espectacularmente por una España que ya ha sobrepasado el peor momento de la recesión. Un dirigente que rehusó debatir en sede parlamentaria con el líder de la oposición en el momento más comprometido de los últimos años.

Mis últimas reflexiones pusieron de manifiesto las consecuencias derivadas de las decisiones precipitadas adoptadas por el Ejecutivo socialista desde que se iniciara una crisis que atenaza a la economía española y como principal consecuencia, a quienes sufrimos directamente sus efectos es decir, los que nos sumamos a la cada vez más extensa lista de desempleados, los que alcanzamos cada vez peor el final de mes y quienes, deberemos asumir los costes de estas políticas errantes a través de, la congelación salarial y la subida indiscriminada de impuestos. Según las cifras ofrecidas significarán el 1,5% del PIB, es decir, 1.500 millones de euros correspondiendo a cada familia española una cantidad cercana a los 1000€.

Al principio del verano, el Ejecutivo socialista decidió crear el denominado Plan E con la única intención de desacelerar el crecimiento del desempleo al objeto de alcanzar este debate con unas cifras razonables de desempleo enmascarando la verdadera situación. Decisión, que junto a otras medidas adoptadas han provocado un enorme agujero en las cuentas públicas al que deberemos responder las maltrechas economías domésticas a través de la anunciada subida de impuestos y la posterior congelación salarial.

En definitiva, nos encontramos inmersos en una situación desoladora ante la que no cabe otra solución que adoptar medidas correctoras que ya funcionaron en el pasado; contención del gasto público, congelación salarial, reforma profunda del mercado laboral y bajada de impuestos que posibilitaran, entre otras cuestiones; reducir el déficit en las cuentas públicas, generar nuevos recursos económicos que elevaran la confianza de los consumidores y con ella, un incremento significativo en el consumo interior y el consiguiente crecimiento del empleo. Por tanto, es momento de adoptar medidas serias y contundentes alejadas de la clásica demagogia socialista que ha situado al conjunto de la sociedad española en la peor posición posible.

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