sábado, 26 de diciembre de 2009

Políticas errantes, resultados insatisfactorios

Las contradicciones existentes entre las declaraciones efectuadas tanto por el Presidente del Gobierno como, por la vicepresidenta y el ministro de fomento, en los últimos días, muestran la gestión errática de un Ejecutivo que siembra de dudas a la sociedad española en el momento en que los datos facilitados demuestran la gravedad de nuestra precaria situación económica. Cifras, que evidencian claramente la debilidad de un sistema que experimentará en los próximos meses un espectacular incremento en el número de desempleados como principal efecto.

Los resultados obtenidos por las medidas adoptadas por el Ejecutivo socialista en los últimos meses manifiestan la ineficacia de las mismas a pesar de su altísimo coste. Ahora, para sufragar los enormes gastos ocasionados lanzan un globo sonda sobre la posibilidad de subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas así como, congelar el salario de los funcionarios aclarando, eso sí, que dicha subida solo afectaría a las clases altas mientras, los funcionarios, no perderían poder adquisitivo con dicha congelación.

El Ejecutivo socialista adopta apresuradamente decisiones erróneas que afectan a la totalidad de una ciudadanía, que soporta una profunda crisis magnificada por la incapacidad de quienes se autodenominan políticos de izquierda a pesar de las políticas ejecutadas. El ministro de fomento señaló, hace una semana, la necesidad de incrementar los impuestos a la ciudadanía al objeto de recaudar los fondos necesarios para sufragar políticas sociales, circunstancia confirmada, cuatro días más tarde, por la ministra de economía y hacienda así como, por el propio Presidente para, posteriormente, dos días después, aclarar que dicha posibilidad queda reducida a un incremento exclusivo que grave las rentas de capital.

En definitiva, la ciudadanía asiste expectantes a la presentación de propuestas mediáticas provenientes de los principales líderes socialistas en respuesta a los resultados electorales pronosticados favorablemente hacia el partido popular tras una más que nefasta gestión de la crisis, que ha provocado la total desconfianza de una ciudadanía que no puede fiarse de un Ejecutivo que ha ejecutado una política económica desorientada y errática. Por tanto, ¿quién puede creerse ahora a un Gobierno de Zapatero que no ha dudado en engañar y en hacer lo contrario a lo que está diciendo?

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