lunes, 24 de diciembre de 2012

Felices Fiestas


En mi artículo de opinión de hoy, víspera de las fiestas navideñas, no encontrarán ustedes  críticas algunas  a quienes protagonizan habitualmente mis colaboraciones. No encontrarán críticas algunas relativas  a quienes desde la  ignominia  acusan al partido popular de destruir un Estado del Bienestar que ellos dejaron herido de muerte tras siete años en el Gobierno de España (déficit público cercano al 8,26%  y una cifra de desempleo cercana a los cinco millones).

Tampoco encontrarán ustedes críticas contra quienes reivindican hoy  en las calles lo que fueron incapaces de exigir en los despachos de sus compañeros. No podemos olvidar, que el último ministro de trabajo socialista, Valeriano Gómez,  quien liderara  la reforma laboral más restrictiva contra los derechos de los trabajadores de esta última etapa socialista, había desempeñado  meses atrás  importantes responsabilidades sindicales.
En clave local, no criticaré a las diferentes formaciones políticas, que en el ejercicio legítimo de su labor en la oposición, se han limitado exclusivamente a verter en los diferentes medios de comunicación críticas y acusaciones contra todos los miembros del Gobierno de la ciudad, alarmando con ello a una ciudadanía consciente de la falta total de rigurosidad de las mismas.
En cuanto a las alabanzas, no incluiré ninguna favorable a la gestión  desarrollada en el último año por un Ejecutivo del partido popular que ha sentado las bases para  la recuperación de la economía española. Un Ejecutivo que ha elaborado, aprobado y aplicado más medidas correctoras en este último año que todas las adoptadas por los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba en sus ocho años de desgobierno.  
Y por último, ya en clave local, no alabaré  la aprobación el pasado viernes del Presupuesto de la Ciudad para el próximo ejercicio. Un documento que pese a ver disminuida su cuantía respecto a ejercicios anteriores, incrementa en un 42% las cantidades destinadas  a políticas sociales. Un documento que  reduce considerablemente las partidas consideradas como  innecesarias (festejos, subvenciones y gastos corrientes), pero incrementa aquellas que propician la consolidación del empleo (directo e indirecto), el mantenimiento de  los servicios prestados por la Ciudad y la ejecución de  inversiones por un coste de 25 millones de euros.
Espero haber expresado claramente mis intenciones, ni críticas ni alabanzas en vísperas  de unas fechas tan señaladas para quienes pertenecemos a una  comunidad cristiana que celebramos en paz y armonía  el nacimiento de Jesús de Nazaret, por ello compartiré con ustedes  a través de este medio de comunicación  mis mejores deseos de paz y felicidad, sea cual sea su credo religioso. FELIZ NAVIDAD

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