miércoles, 13 de enero de 2010

Deshojando la margarita una vez más

En los últimos días, hemos asistido al final previsible de una nueva aventura de la izquierda ceutí protagonizada, en esta ocasión, por el partido socialista liderado por José Antonio Carracao y la UDCE de Mohamed Ali. El anuncio de apertura al progresismo ceutí formulado en la copa de Navidad desde la secretaría general de los socialistas ceutíes, originó el acercamiento infructuoso de la formación que lidera la oposición en la Asamblea.
Debatir sobre la idoneidad o no, de lo que hubiera sido la integración de la UDCE en el partido socialista es una cuestión, que corresponde valorar a los militantes y simpatizantes de estas formaciones no obstante, reflexionaré sobre algunas cuestiones que pudieran interesar a nuestros lectores. En primer lugar, de todo lo acontecido debo extraer, que mientras estas formaciones aún desconocen cual es su verdadera identidad y por tanto, cuales son sus propuestas alternativas, el mismo día que se escenificaba esta ruptura, el Gobierno de la ciudad presentaba la planificación hasta el final de la legislatura. Por tanto, dos visiones diametralmente opuestas de gestionar los intereses de los ciudadanos.

Como no podía ser de otra manera, rechazo frontalmente las acusaciones de “racismo” vertidas por el líder de la UDCE ya que, las conversaciones iniciadas entre ambas formaciones tienen un precedente importante que demuestra todo lo contrario, la coalición formalizada en la ciudad hermana de Melilla entre la formación socialista de esa ciudad y Coalición por Melilla de Aberchan. Debo significar, que el resultado de las conversaciones iniciadas fue diametralmente opuesto en la ciudad hermana, la formación de Aberchan ha conservado su identidad personal, ha conseguido la Dirección Provincial del MEC e influye directamente en los Planes de Empleo dependientes de la Delegación del Gobierno. Circunstancia diametralmente opuesta a lo sucedido en nuestra ciudad donde, Mohamed Ali ha mostrado, una vez más, su verdadero rostro al igual que en ocasiones anteriores.

En definitiva, un nuevo engaño protagonizado por quien vuelve a enarboral la bandera reivindicativa del racismo hacia el colectivo musulmán cuando, las circunstancias demuestran todo lo contrario. Por tanto, corresponderá al secretario general de los socialistas ceutíes reflexionar al respecto y actuar en consecuencia reactivando una iniciativa que destierre, de una vez por todas, la imagen ofrecida en los últimos meses por esta centenaria formación. Ceuta y los ceutíes necesitan de un partido socialista fuerte y cohesionado en la búsqueda del bienestar de todo un pueblo.

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