miércoles, 29 de febrero de 2012

El surrealismo de la Ejecutiva Regional


Sorprende conocer el contenido íntegro de un  Informe de Gestión  elaborado por la Ejecutiva socialista  con motivo de la celebración de un Congreso Regional en el  que obvian  cualquier  referencia a  los resultados electorales cosechados en los últimos comicios celebrados, la mayor derrota de la historia socialista. A pesar de todo ello, el documento en cuestión  presenta al partido socialista  como la única fuerza política de progreso capaz de dar un nuevo impulso a esta ciudad obviando  responsabilidad alguna  en la delicada situación que atraviesa un país que supera los cinco millones y medio de desempleados y un déficit público que alcanza el 8,51%.

Los españoles somos plenamente conscientes de la negativa del  partido socialista a reconocer en los prolegómenos de las Elecciones Generales de 2008,  por intereses electoralistas, las advertencias realizadas por prestigiosos  expertos  relativas a la aparición de  los primeros síntomas de una crisis que atenazaría meses después a la economía española. Unos dirigentes socialistas  que reconocieron tardíamente los efectos de una recesión económica que nos llevaría a nuestra  actual situación sin adoptar las medidas conducentes a aliviar sus efectos.  El partido socialista no fue responsable de  la  crisis mundial que nos afecta, pero sí  de no actuar con sentido de responsabilidad.
El documento elaborado arremete duramente contra una  militancia popular a la que acusa de estar inmersa en luchas fratricidas en la búsqueda de nuevos líderes obviando la realidad de una formación política que sufrió las consecuencias de un proceso de disolución tras el vacío de poder surgido tras la dimisión de su anterior secretaria general.  Una   formación política sumida en el desconcierto más absoluto  como consecuencia directa de las sangrantes luchas internas  por ir posicionándose de cara a la sucesión  tras  los paupérrimos  resultados electorales cosechados en las elecciones autonómicas de 2007.  Debo recordar que este proceso absolutista  dejo fuera de esta formación política a un sector crítico compuesto por militantes históricos que se oponían al intervencionismo de la  Ejecutiva Federal.
Por tanto ¿Qué credibilidad podemos dar a una Ejecutiva que elabora un documento  que señala el final de ciclo de un partido político que hace  pocos meses revalidó  la confianza mayoritaria de los ceutíes al obtener el mayor porcentaje de votos de su historia democrática? La respuesta es sencilla, ninguna. En definitiva, la que debería ser una cita crucial para el futuro de quienes han obtenido los peores resultados electorales de su dilatada historia política se disuelve como  un azucarillo al estar sustentada  en un Informe de Gestión argumentado en mentiras.

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