domingo, 4 de marzo de 2012

Necesitamos del esfuerzo de todos


No deseo aburrir a los lectores de este medio de comunicación con cifras que demuestran la situación económica de un país que obtiene los peores resultados de todos los estados miembros de la Unión Europea en el análisis de desequilibrios macroeconómicos correspondientes al ejercicio 2010, pero si  recordar algunas de las frases pronunciadas desde el progresismo español respecto  a la economía española: La crisis “es una falacia, puro catastrofismo”. “Estamos creciendo por encima del 3%. Aunque mañana crezcamos al 3% o al 2,8%, que es un crecimiento bueno, vamos a seguir creando empleo y teniendo superávit”.

Algunos dirigentes socialistas niegan su responsabilidad en esta cuestión argumentándola  en un supuesto desconocimiento, cuando  hasta el propio  Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, el 16 de marzo de 2009, durante la celebración del Foro Económico Innovae y, en presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, afirmaba que las perspectivas económicas de España eran aterradoras a través de afirmaciones como:  “Los próximos años van a ser muy difíciles para los españoles” y  el camino de salida de la crisis para España “será doloroso o extremadamente doloroso”.
A pesar de todo ello, los ciudadanos debemos soportar desconcertados  las duras críticas vertidas contra cada una de las medidas adoptadas por el Ejecutivo de un Partido Popular  a quienes hemos otorgado nuestra confianza de forma mayoritaria  para devolvernos al camino del crecimiento económico por  quienes nos han llevado a la situación actual. Hoy, el vandalismo progresista de unos pocos domina  nuestras calles  rememorando momentos de nuestro pasado más oscuro a través de unas algaradas callejeras que   reivindican derechos perdidos como consecuencia de la incapacidad  de los gobernantes de la izquierda.
Crisis económica que también afecta a nuestra ciudad aunque,  minimizada como consecuencia directa de la responsabilidad de un Ejecutivo que emprendió hace tiempo el camino de la sensatez a través de la puesta en marcha de diferentes planes de austeridad en la gestión de los recursos públicos. No obstante, a estas  medidas ya  iniciadas deberían  seguirles otras en consonancia con  la situación económica en la que nos encontramos. Con total seguridad, es el momento de suprimir  aquellos gastos considerados  como no esenciales y por supuesto, es el momento de acometer  medidas    ejemplarizantes por parte de nuestros representantes políticos  puesto que, los sacrificios no solo se les pueden exigir a los trabajadores.
Los ciudadanos somos plenamente conscientes de la situación en la que nos encontramos, somos plenamente conscientes de  quien nos ha llevado a ella y por supuesto, de las medidas que deben aplicarse. Con el sacrificio y el esfuerzo de todos; empresarios, sindicatos, trabajadores y dirigentes políticos alcanzaremos las metas propuestas. En definitiva, este país, esta ciudad necesitan  del esfuerzo  de todos en una misma dirección,  ha llegado el momento de mirar hacia adelante.

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