miércoles, 11 de septiembre de 2013

Rechazo y condena

Los lectores de esta columna de opinión son plenamente conscientes de mi posición totalmente crítica respecto a la formación liderada por Mohamed Alí desde su llegada a la Asamblea de Ceuta en el año 2003.  En la mayoría de las ocasiones mis reflexiones han reprobado sus planteamientos y en muy pocas, los he compartido. No obstante,  como demócrata, y a pesar de mis diferencias ideológicas,  siempre he expresado mis mayores respetos hacia  una formación política que representa al 14,34% de la población ceutí.

Por ello, solo puedo expresar en mi colaboración de hoy  mi más absoluto rechazo al ataque perpetrado contra la sede que la Unión Demócrata Ceutí tiene en la barriada de Hadú. Aunque no es el primero, es el enésimo atentado que sufren los representantes de una formación política que defiende libremente los intereses de sus electores. De hecho, las instalaciones atacadas estaban siendo utilizadas en la actualidad como oficina solidaria en ayuda de quienes necesitan gestionar peticiones de becas al estudio, una labor que deberá ser interrumpida como consecuencia del ataque sufrido.

Quienes defendemos los derechos fundamentales  y las libertades públicas incluidas en la Constitución Española aprobada mayoritariamente por la ciudadanía, tenemos la obligación de condenar unos hechos que atacan directamente estos principios constitucionales. Las libertades de  todos los ceutíes, sin exclusión alguna, han sido atacadas vilmente y nuestra respuesta debe ser contundente, sin dobleces de ningún tipo. Desde este pequeño y humilde  espacio de opinión animo a todos los ceutíes a condenar los actos perpetrados contra las dependencias de una formación política que representa a  los 4404 ceutíes que avalaron su candidatura.

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