sábado, 27 de julio de 2013

Reconocimiento merecido

El ex presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Antonio Sampietro (GIL), llegó a la ciudad autónoma en junio de 1999 con una copia del programa electoral con el que Jesús Gil, el polémico alcalde de Marbella, consiguió la mayoría absoluta durante tres elecciones consecutivas.  De todas las promesas incluidas en dicho programa, sólo existe constancia de más policías, una planta de transformación de basuras, un centenar de pisos a medio terminar y dos procesos judiciales por cohecho abiertos por Anticorrupción.

El Grupo Independiente Liberal atrajo a sus filas a un importante número de militantes de otras formaciones políticas hechizados por las promesas de quien llegara a nuestra ciudad durante la celebración de las Fiestas Patronales de 1998, mientras otros pocos, muy pocos, decidimos implicarnos en el nuevo proyecto del Partido Popular. Un trabajo intenso y complejo de quienes decidimos libremente apoyar, en las peores circunstancias posibles, a esta formación  desde la sede de Real 90.

Durante meses asistimos impasibles al desmembramiento de la formación política venida desde Marbella. Una época  convulsa que llevó a nuestra ciudad a protagonizar  horas y horas en los principales medios de comunicación del país. Pero como todas las historias, esta finalizó con la extinción definitiva del Grupo Independiente y Liberal en nuestra ciudad. Algunos abandonaron definitivamente la política y otros recalaron en formaciones de diferente color.  En definitiva, la historia nos muestra el camino para  no repetir los errores cometidos, pero también para incidir sobre los aciertos. Desde este pequeño espacio de opinión, mi reconocimiento personal a quienes demostraron sobradamente, durante esos convulsos años, una lealtad política inquebrantable.

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