domingo, 18 de diciembre de 2011

Los pensamientos de un “progresista”

El regreso a la actividad política del abanderado del localismo ha estado marcado por la polémica desde el primer momento. Sus intervenciones públicas y artículos de opinión se caracterizan por la proliferación de virulentos ataques contra todos aquellos que disentimos de sus postulados, mostrando públicamente una falta total de control sobre sus propias palabras. Circunstancia que podría argumentarse en diferentes cuestiones aunque, las resumiré en tres; se siente muy intelectual y piensa que todo el mundo tiene ganas de escucharlo, todo a su alrededor esta mal, excepto el mismo, y por supuesto, busca en todo momento “quedar bien y hacerse el gracioso”.

A pesar de todo ello, los ciudadanos somos plenamente conscientes de una realidad incuestionable, hemos crecido democráticamente como consecuencia de una historia política que se encuentra a nuestra disposición en las hemerotecas de los principales medios de comunicación. El temor a la derecha, las calumnias infundadas, los perjuicios étnicos, la incontinencia verbal y las tergiversaciones informativas son rechazadas una y otra vez por unos ciudadanos asqueados de las políticas rancias utilizadas por algunos dirigentes encubiertos de falso progresismo. Los ciudadanos esperamos respuestas realistas a las diferentes problemáticas que padecemos rechazando totalmente planteamientos demagógicos trasnochados.

El último episodio protagonizado por el líder localista muestra públicamente una realidad puesta de manifiesto en innumerables colaboraciones. Los ceutíes hemos tenido la oportunidad de conocer a través de sus propias palabras los verdaderos pensamientos del protagonista de mi reflexión de hoy en relación a dos cuestiones de actualidad. Por un lado, en relación a la labor que desarrollan los profesionales de la comunicación encuadrados en la televisión pública y por otro lado, en relación a como éste progresista cataloga a los aficionados al fútbol de la ciudad.

Resulta indignante comprobar como el máximo dirigente de una central sindical mayoritaria arremete contra unos trabajadores de RTVCE, que desarrollan sus labores profesionales desde la independencia por el mero hecho de tener criterio propio. Un histórico líder sindical que utiliza todos los medios a su alcance para cercenar los derechos de unos trabajadores públicos con la única intención de imponer sus propios criterios. Aunque, mi indignación se acrecienta cuando escucho como este diputado autonómico, figura pública que debería velar por los intereses de todos los ceutíes sin exclusión alguna, insulta gravemente a los seguidores del primer equipo futbolístico de la ciudad al compartir los planteamientos de su “alumno”.

En definitiva, durante meses he compartido con los lectores de este medio de comunicación numerosas reflexiones relativas todas ellas a la labor política desarrollada por un diputado localista, que al mismo tiempo ostenta la máxima dirección de una central sindical mayoritaria es decir, una persona que debería velar por los intereses de los ceutíes en estos dos ámbitos sin embargo, la realidad es diametralmente opuesta puesto que son innumerables las ocasiones en las que ha arremetido vehementemente contra todos aquellos que discrepamos con sus planteamientos sin diferenciar entre empresarios, dirigentes políticos o sindicales y trabajadores.

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