domingo, 13 de febrero de 2011

Dimisión consecuente, polémica zanjada

En esta ocasión, compartiré con los lectores de este medio de comunicación algunas reflexiones en relación a las circunstancias que rodearon la dimisión de Carolina Pérez a través de la narración de unos acontecimientos, que comenzaron el mismo día en el que los ceutíes fuimos informados puntualmente a través de diferentes medios de comunicación de las desafortunadas manifestaciones protagonizadas por la ya ex responsable de Asuntos Sociales. Testimonio que ha significado, tras más de veinte años de intensa labor dirigida a defender los intereses de todos los ceutíes, su adiós definitivo de la política activa tras presentar su dimisión irrevocable como consejera del Gobierno de la ciudad.

En primer lugar, debo señalar que Carolina Pérez aceptó con la responsabilidad que le caracteriza, la invitación cursada por una Comisión Especial del Senado de España, que analiza en profundidad las nuevas formas de exclusión social como consecuencia directa del fuerte incremento del desempleo en nuestro país al objeto, de conocer la situación real de nuestra ciudad por tanto, compareció con la única intención de defender, una vez más, los intereses de una Ciudad que padece especialmente las consecuencias directas de ser frontera terrestre de España y de la Unión Europea en el norte de África. Carolina expuso ante los miembros de la Comisión las conclusiones de un completo informe elaborado por quienes poseen los mayores conocimientos en relación a las carencias que padece la sociedad ceutí en una materia tan sensible. Un completo documento elaborado a partir de las informaciones extraídas de diferentes estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadísticas, que demuestran claramente las problemáticas existentes en nuestra Ciudad y más concretamente, las dificultades que padecen para acceder al mercado laboral quienes carecen de la formación adecuada.

A continuación, en respuesta a las preguntas formuladas por una senadora socialista, complemento verbalmente su intervención anterior ciñendo problemáticas tan significativas como el fracaso escolar, la alta tasa de natalidad y desempleo, el elevado índice de analfabetismo así como, la falta de formación profesional en un único colectivo de la ciudad, provocando con ello el profundo malestar de este segmento poblacional. En ningún momento tuvo la intención de menospreciar a este colectivo pero, tras comprobar las reacciones a sus desafortunadas declaraciones actuó desde la responsabilidad y el compromiso que le han caracterizado a lo largo de su dilatada trayectoria política. En primer lugar, expresando sus sinceras disculpas y posteriormente, presentando su dimisión irrevocable como consejera del Gobierno de la ciudad.

Algunos líderes políticos en la oposición pretenden prolongar una polémica mediática que el Gobierno de la Ciudad zanjó el mismo día que la ex consejera presentó su dimisión irrevocable. En definitiva, Carolina Pérez, tras más de veinte años dedicados a la política activa en beneficio de todos los ceutíes, será recordada por el error conceptual cometido. Su dimisión será recordada como la decisión coherente de una mujer valiente comprometida con la sociedad ceutí en su conjunto, con la militancia popular, con los órganos de decisión del Partido Popular y con el Gobierno de la ciudad. Por tanto, cualquier pretensión proveniente de la oposición política en conseguir rédito político a través del alargamiento en el tiempo de esta polémica deberá ser respondida con la indiferencia de una ciudadanía, que aún espera las disculpas de quien difamó gravemente a más de veinte mil ceutíes, en su columna de opinión publicada en el decano de los medios escritos de la ciudad, el Faro de Ceuta pero, que a diferencia de la política popular, responde desde la intransigencia más rancia ratificando sus difamaciones.

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