miércoles, 23 de junio de 2010

Por favor, ¡basta ya!

El pasado mes de febrero, compartía con los lectores del diario El Pueblo de Ceuta mis reflexiones sobre el anuncio efectuado en los medios de comunicación de la ciudad en relación al inicio de movilizaciones de un grupo de desempleados ceutíes de la construcción apoyados logísticamente por la central sindical mayoritaria dirigida por Juan Luís Aróstegui, CCOO. En aquel momento, señalé que los ceutíes experimentaríamos en el día a día el recrudecimiento en las hostilidades hacia el Presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas proveniente tanto, desde esta central sindical como, desde la nueva coalición nacida, Caballas.

Los ceutíes, somos conocedores tanto, de las últimas cifras dadas a conocer en referencia a la población activa, que nos sitúan líderes del desempleo de la Europa del Euro con una tasa de desempleo que supera el 20% como, de las medidas antisociales puestas en marcha por el Ejecutivo socialista; incremento en la edad de jubilación, congelación de las pensiones, reducción del salario de los funcionarios, subida del IVA, subida de las tarifas del servicio eléctrico, eliminación de los 400€ del IRPF, del cheque bebé o la drástica disminución de la oferta de empleo público. No obstante, pese a la negatividad de las decisiones mencionadas, los ciudadanos en general hemos descartado, hasta el momento, apoyar algunas de las movilizaciones planteadas como muestra del compromiso ciudadano.

Pues bien, en nuestra ciudad, nos encontramos con un reducto del proletariado representado en la figura de quien busca ansiosamente reeditar éxitos políticos del pasado a través de la manipulación de quienes sufren el efecto más negativo de nuestra actual situación de crisis económica, los desempleados aunque, en un reducido número. Sin embargo, el perjuicio que ocasionado a la sociedad ceutí es más que evidente, cuando un grupo que no supera las cien personas recorre la zona centro imposibilitando el tráfico rodado entre las 11:30 y las 12:30 horas. La indignación embarga a una ciudadanía, que comienza a perder la capacidad para soportar con resignación esta deplorable situación tras meses de movilizaciones, la paciencia.

En definitiva, una vez más, los ceutíes nos convertimos en protagonistas de una nueva aventura política protagonizada por quien desempeñó importantes responsabilidades políticas en el pasado, por quien representa a miles de trabajadores afiliados a un sindicato mayoritario, entre los que se encuentran muchos de los ciudadanos que ven pisoteados sus derechos como trabajadores y por quien ha protagonizado las actuaciones más vergonzosas, siempre en nombre de una presunta defensa de esos mismos intereses, a lo largo de nuestra corta historia democrática. Ahora, es momento de exigir a las autoridades competentes una respuesta en consonancia a las movilizaciones que coartan el derecho de los trabajadores a desarrollar dignamente sus labores profesionales.

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