lunes, 23 de abril de 2012

Cruces de mayo, tradición ceutí


Nadie tiene duda alguna respecto a que la sociedad española sufre las  consecuencias  de la  situación de crisis socio económico que atraviesa un país que soporta la mayor tasa de desempleo y déficit público de nuestra historia democrática como consecuencia directa  de no haber adoptado las medidas correctoras necesarias desde el mismo instante  en que estas se detectaron. Problemática  que se ha convertido en el argumentario principal de mis artículos de opinión en las últimas semanas aunque, en esta ocasión mi reflexión  se centrará  en  la petición formulada al Ejecutivo por los representantes del sector de hostelería de la Cámara de Comercio y Navegación de Ceuta  con motivo de la celebración en breves fechas  de las tradicionales Cruces de Mayo.
En primer lugar,  señalar que los ciudadanos somos plenamente conscientes de  la importante reducción experimentada  en los últimos años  en el consumo interno y más concretamente en el sector de hostelería y restauración,  pequeñas y medianas empresas que han visto menguar sus ingresos   como consecuencia de los efectos de una crisis que atenaza especialmente a las cada vez más  debilitadas economías domésticas. Eventualidad  a la que debemos añadir las restricciones crediticias provenientes de las entidades financieras  puesto que éstas han suprimido las cuentas de crédito y reducido las líneas de descuento comercial.
Pero también somos plenamente conscientes de  que estas dificultades económicas afectan igualmente a la totalidad de asociaciones culturales y religiosas  inscritas en  el Consejo de Hermandades y Cofradías de nuestra Ciudad, verdaderos protagonistas de las salidas procesionales de nuestra Semana Santa es decir, los máximos responsables  de una época del año  en la que se coloca el cartel de lleno en los diferentes establecimientos  de hostelería y restauración ceutíes. Cofradías y hermandades sin ánimo de lucro que tienen la necesidad perentoria  de autofinanciarse a través de diferentes vías  entre las cuales se encuentran las tradicionales Cruces de Mayo ceutíes.
Una festividad tradicional que tiene un nexo común en todas aquellas localidades  donde se celebra,  el hallazgo de la cruz auténtica donde murió Cristo, pero al mismo tiempo diferencias sustanciales en función del lugar donde ésta se conmemore  tras años de celebraciones  por tanto, pretender defender los  intereses de un determinado colectivo  equiparando unas con otras es una grave equivocación.  No sería la primera vez que estos representantes camerales  aspiran alcanzar sus pretensiones argumentando sus reivindicaciones equiparándonos con localidades peninsulares cuyas idiosincrasias  son  muy diferentes  a las nuestras.
Por todo ello,  se hace totalmente necesario comprender  las reivindicaciones legítimas  planteadas desde un  sector estratégico para el desarrollo socioeconómico de nuestra ciudad, pero también satisfacer  las necesidades de financiación de las diferentes Cofradías y Hermandades protagonistas indiscutibles de una Semana de Pasión que atrae a nuestra ciudad  a un importante número de visitantes. En definitiva, estamos obligados a consensuar acuerdos entre todos los implicados en beneficio de la ciudadanía en su conjunto descartando posturas excluyentes  totalmente  anacrónicas   en una sociedad necesitada del compromiso de todos los ceutíes.

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