domingo, 9 de mayo de 2010

La realidad del Hospital Universitario de Ceuta

Los ceutíes debemos congratularnos con la puesta en marcha definitiva de las nuevas instalaciones del Hospital Universitario de Ceuta; amplias, modernas y equipadas tecnológicamente con los mejores medios materiales existentes en el mercado, que deberían mejorar ostensiblemente un servicio básico para la ciudadanía. Un centro hospitalario, que además reúne en sus 57.000 metros cuadrados todas las consultas externas en beneficio de los pacientes y del propio personal sanitario. Atrás, quedarán para el recuerdo los 42 años de historia del antiguo hospital civil repleto de experiencias tanto, para el personal como, para los miles de usuarios de las antiguas instalaciones de la Cruz Roja en Marina Española y del Centro de Consultas Externas de las Puertas del Campo.

Una vez puestas en marcha las nuevas instalaciones, es el momento de ejercitar un recurso tan práctico como el de nuestra memoria histórica, retrocediendo en nuestro pasado más reciente y recordando a los lectores de esta columna, algunas cuestiones fundamentales al objeto de evitar posibles manipulaciones provenientes desde algunos sectores de la sociedad caballa. Los gobiernos socialistas de Felipe González, con el actual Director Provincial al frente, eran partidarios de reformar el antiguo centro hospitalario, apartando definitivamente la idea, que posteriormente fue programada, planificada, presupuestada e iniciada por el primer Gobierno del Partido Popular de José María Aznar, la construcción de un nuevo hospital para Ceuta. Una decisión trascendente para el futuro de nuestra ciudad, que significó emprender trabajos complejos que se alargaron en el tiempo por tanto, los ceutíes debemos un doble agradecimiento, a quienes planificaron, presupuestaron e iniciaron esta infraestructura y a los actuales dirigentes políticos, entre los cuales también debo incluir a su director actual, Jesús Lopera, quienes continuaron acertadamente con una obra iniciada por el Gobierno anterior.

No obstante, esta puesta en marcha, ha dejado al descubierto algunas deficiencias importantes entre las cuales, debo destacar por su relevancia, la falta de personal. Resulta obvio afirmar, que el incremento considerable en las dimensiones de las nuevas instalaciones, más de 57.000 metros cuadrados de superficie, los nuevos servicios creados y el incremento en la presión asistencial proveniente del país vecino , junto con las políticas restrictivas en relación a la contratación de personal puesto que, a fecha de hoy aún se mantiene el mismo número de efectivos que el existente en las antiguas instalaciones de la Marina Española, esta provocando una importante carencia en los recursos humanos. Circunstancia puesta en evidencia tanto, por los miembros de la Junta de Personal del Ingesa en representación de todo el personal como, por un considerable número de usuarios que comprueban desde su inauguración unas limitaciones que provocan deficiencias en el servicio.

Por tanto, los ceutíes deberíamos exigir con firmeza a los actuales dirigentes sanitarios el reconocimiento de una problemática, que afecta directamente a la calidad de los servicios que se prestan en las nuevas instalaciones de Loma Colmenar como consecuencia de la escasez en el número del personal sanitario que allí desempeñan sus funciones. Deficiencia detectada tanto, por la representación sindical de los trabajadores como, por los usuarios de los diferentes servicios. En definitiva, una situación lamentable, que debería ser reconsiderada en la mayor brevedad posible, al objeto de mejorar el trabajo de unos excelentes profesionales de la sanidad ceutí y con ello, conseguir una mejora sustancial en la atención al paciente. Sin ninguna duda, todos agradeceríamos esta decisión.

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