miércoles, 16 de enero de 2013

La crispación ha regresado a la Asamblea


El regreso a la política activa del portavoz adjunto de la primera formación política en la oposición ha supuesto un cambio sustancial respecto a legislaturas anteriores. Los ciudadanos hemos percibido una  realidad no deseada, pero propiciada por el pacto contra natura suscrito entre las dos formaciones localistas que conforman la coalición Caballas, UDCE y PSPC, el regreso a la política activa de quien fuera apartada de ella por decisión ciudadana hace años.

La sesión plenaria de investidura no solo supuso la primera aparición pública como diputado de nuestro protagonista después de infructuosas intentonas, sino que  también supuso la primera polémica de una legislatura recién comenzada  al relegar a la segunda fila del plenario  a la número dos de la coalición, Fátima Hamed. La diputada localista expresó su indignación ausentándose, según ella  por motivos personales,  de la que habría sido su segunda sesión constitutiva.
Por tanto, el regreso a la actividad política activa  del abanderado del progresismo ceutí,  ha cumplido ampliamente con las expectativas generadas.   Todas sus  intervenciones públicas han estado marcadas por la polémica,   por la proliferación de insultos y vejaciones  contra todos aquellos ciudadanos que en algún momento hemos disentido con sus postulados, demostrando el mayor desprecio por  los principios democráticos  incluidos en la Constitución Española.
A pesar de todas sus actuaciones, de sus continuas referencias  a la derecha, de los insultos contra todos aquellos que en algún momento hemos apoyado  al Partido Popular, de los perjuicios étnicos, de las incontinencias verbales y de las tergiversaciones informativas, los ciudadanos rechazamos esta forma de entender la política. Los ceutíes  esperamos alternativas  reales  a las diferentes problemáticas que padecemos rechazando tajantemente planteamientos demagógicos trasnochados.
En los últimos meses he compartido con los lectores de este medio de comunicación numerosas reflexiones relativas a la labor desarrollada por un concejal (representante elegido por la ciudadanía), que al mismo tiempo ostenta la máxima dirección de una central sindical mayoritaria es decir, de una persona que debería velar por los intereses de todos  los ceutíes. Sin embargo, la realidad es diametralmente opuesta,  puesto que son innumerables las ocasiones en las que ha arremetido vehementemente contra todos aquellos que hemos discrepado con sus planteamientos sin diferenciar entre empresarios, dirigentes políticos, sindicales y trabajadores. Sin lugar a dudas, la crispación ha regresado a  la Asamblea.

0 comentarios:

Publicar un comentario