jueves, 26 de julio de 2012

La realidad de una deuda que asfixia a los españoles


Me indignan las manifestaciones vertidas por diferentes  dirigentes socialistas en las que afirman desvergonzadamente  que ellos son responsables única y exclusivamente de la situación del país hasta el mismo instante en el que perdieron las Elecciones Generales el pasado año trasladando dicha responsabilidad a la formación política vencedora en dichos comicios, el Partido Popular.
Los responsables socialistas obvian los “pufos” que José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno  y Alfredo Pérez Rubalcaba, Vicepresidente Primero, dejaron al Ejecutivo que arribó a la Moncloa  el pasado mes de diciembre. La realidad distaba en mucho de lo que reflejaban  los informes elaborados por los dirigentes socialistas con motivo del  traslado de poderes.
Los ciudadanos debemos ser consientes de una  realidad que cifra la  deuda total de nuestro país  en 997.000 millones de euros, el 92,1% del P.I.B. Una cantidad que obliga a destinar el próximo año 38.000 millones a pagar  los intereses del dinero que se ha tenido que pedir prestado del exterior. Nueve mil millones más que este año. Sin ninguna duda, si no hubiéramos gastado tanto en los ejercicios anteriores no tendríamos que destinar tantos recursos al pago de intereses, y no hubiera sido necesario ejecutar tantos ajustes.
En primer lugar, recordarles que el anterior Gobierno se había comprometido con la Unión Europea a finalizar 2011 con un déficit del 6%. La realidad es conocida por todos, el déficit se ha acercado al 9%,  lo que ha obligado a  ahorrar 18.000 millones de euros más de lo previsto inicialmente.  Por tanto, el incumplimiento socialista y no las decisiones de quienes le han seguido  en las labores de Gobierno han provocado gran parte de los males, en forma de ajustes presupuestarios, que hemos sufrido en los últimos meses.
Recuerdan ustedes las palabras pronunciadas por José Luis Rodríguez Zapatero en Nueva York en septiembre de 2008  “tenemos uno de los sistemas financieros más solidos de la comunidad internacional”. Ahora, cinco años después,  nos vemos obligados a pedir una ayuda financiera de hasta 100.000 millones de euros a la Unión Europea. Es momento de nombrar a Bankia, Novogalicia, CatalunyaCaixa y Caja Valencia entre otras entidades ya intervenidas.
Aunque tampoco podemos olvidar cuestiones tan relevantes como la deuda cifrada en 16.000 millones de euros que arrastra nuestro sistema sanitario, los 20.730 millones de euros contraídos en infraestructuras ferroviarias, el descomunal problema que arrastra el sector eléctrico, con una deuda de 24.000 millones de euros o las cuatro mil empresas públicas, fundaciones y consorcios que poseen las tres administraciones públicas que acumulan una deuda de 56.000 millones de euros.
Cifras que evidencian la realidad de una situación que fija la responsabilidad  en quienes  protagonizaron  la mayor dilapidación  de  fondos públicos de nuestra historia democrática, el Partido Socialista liderado por José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. A partir de ahora corresponderá  al nuevo Gobierno adoptar las medidas correctoras necesarias para devolver a este país a la senda del crecimiento aunque, siendo conscientes de la  realidad de una herencia que asfixia a los españoles.

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