miércoles, 18 de julio de 2012

Cuestión de principios


Nadie puede tener duda alguna respecto a mi cercanía ideológica con el Partido Popular desde hace años por tanto, sería absurdo pretender encontrar en mis colaboraciones semanales argumentos alejados  de los planteamientos defendidos  por  una formación política a la que pertenezco como afiliado  desde hace más de 13 años.

Como columnista en estos años he compartido desde la humildad que me caracteriza con los lectores de este medio  mis modestas reflexiones  en relación a cuestiones de actualidad tanto de ámbito nacional como  local. He reflexionado sobre política, economía, religión, transporte público, historia, tradiciones, conmemoraciones, amistades y decepciones desde el mayor respeto.
Habitualmente he criticado abiertamente  los planteamientos políticos de otras formaciones políticas al entenderlos erróneos, pero también he  compartiendo algunos de ellos. De igual manera he exigido explicaciones públicas a mi partido cuando lo he estimado oportuno. Estoy convencido de que la sociedad española y la ceutí en particular  se construye con el esfuerzo de todos a pesar de las diferencias ideológicas. Sin ninguna duda, el debate enriquece,   pero las injurias nos separan y en estos momentos necesitamos del compromiso del mayor número de ciudadanos. 
Comprendo aunque no comparto las críticas hacia mis planteamientos, pero rechazo totalmente las injurias vertidas hacia quien tan solo comparte públicamente unas  reflexiones amparadas en un derecho constitucional. Algunos y algunas han pretendido utilizar  su privilegiada posición política para  menoscabar la profesionalidad de este humilde columnista obviando totalmente que mi acceso a la función pública se produjo hace más de 25 años por tanto, nada debo a los actuales gobernantes. 
Los ciudadanos somos plenamente conscientes de la crítica  situación socio-económica  que acecha al Estado del Bienestar construido durante años con el esfuerzo de todos los españoles, pero también somos conscientes de la responsabilidad que deben asumir   formaciones políticas, centrales sindicales y organizaciones empresariales en la solución de la mismas a pesar de los planteamientos demagógicos de algunos de ellos. Es totalmente necesario el esfuerzo compartido  de todos en la misma dirección, recuperar los niveles de crecimiento.
Los próximos meses significaran  la adopción de medidas impopulares que nos perjudicaran a corto plazo, pero que sin ninguna duda  nos beneficiaran a medio y largo plazo. Durante años hemos dilapidado los recursos públicos, el dinero de todos los españoles, las cifras son sobradamente conocidas. Ahora, ha llegado el momento de la austeridad, de la solidaridad, del compromiso de todos en la búsqueda de un futuro mejor.

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