jueves, 30 de diciembre de 2010

Una realidad constatable

En el día de hoy reflexionaré en relación a un reportaje tendencioso publicado hace algunos días en un medio de comunicación local así como, respecto a las reacciones interesadas efectuadas por algunos políticos. Informaciones y fotografías que muestran presuntamente el abandono de una populosa barriada por parte de las instituciones públicas de la ciudad obviando interesadamente, las actuaciones acometidas en los últimos años. Debo puntualizar, que por primera vez en nuestra historia democrática, las dos administraciones públicas trabajan coordinadamente en la mejora de la calidad de vida de los vecinos como consecuencia directa de la labor desarrollada en los últimos años tanto, por el Presidente de todos los ceutíes, Juan Jesús Vivas como, por el máximo representante del Gobierno de la nación, José Fernández Chacón.

Debo recordar a todos los olvidadizos, que en los últimos seis años se ha trabajado intensamente en la dotación de nuevas infraestructuras, equipamientos y actuaciones en las barriadas Príncipe Felipe y Príncipe Alfonso a través, de la inversión directa de 31,8 millones de euros. Solo en esta legislatura se han destinado 20 millones de euros a unos trabajos que han reportado a sus vecinos entre otras muchas actuaciones; la 2ª promoción de viviendas públicas, que significará la entrega de 170 viviendas en el mes de abril, la reforma integral de la Calle San Daniel, principal vía de comunicación de estas barriadas, la instalación de una oficina del Servicio Público de Empleo y por supuesto, la licitación de la futura pista de atletismo.

No obstante, de nada sirven todos estos millones invertidos en las numerosas actuaciones acometidas en las barriadas mencionadas, sin el compromiso real de sus vecinos tanto, en la conservación de las mismas como, en el mantenimiento en las mejores condiciones posibles de las labores que desarrollan cotidianamente los diferentes servicios de la ciudad. Por tanto, los vecinos deben convertirse, como sucede en el resto de las barriadas de la ciudad, en los principales protagonistas en la conservación de las zonas vecinales comunitarias.

En definitiva, todos los ceutíes tenemos la obligación de velar por la conservación tanto, del mobiliario urbano como de las numerosas infraestructuras acometidas en los últimos años. Todos tenemos la obligación, como ciudadanos comprometidos, en la conservación en las mejores condiciones higiénicas posibles de nuestras calles y barriadas, utilizando los medios puestos a nuestra disposición. No obstante, aún queda mucho trabajo por hacer, que serán acometidos en los próximos meses.

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