miércoles, 14 de julio de 2010

Muchas gracias campeones

Las últimas semanas han significado el resurgir de un sentimiento adormecido en los últimos años como consecuencia de la ilusión generada por un grupo de deportistas que han alcanzado un histórico sueño para todos nosotros a miles de kilómetros, el Campeonato del Mundo de Fútbol por todo ello, en el día de hoy, no reflexionaré sobre la recesión económica que atenaza a la economía española, tampoco sobre las medidas antisociales adoptadas por primera vez en nuestra historia democrática por el partido socialista en el Gobierno de España ni tampoco, sobre las subidas de impuestos y tasas, que perjudicarán aún más, a las debilitadas economías domésticas. Tampoco opinaré en relación a la movilización del pasado sábado en Barcelona encabezada por quienes defienden posturas anticonstitucionales, entre los cuales se encontraban los líderes del partido socialista de Cataluña, Pascual Maragal y José Montilla.

Hoy, rendiré un merecido reconocimiento al éxito alcanzado por un grupo de deportistas, que con esfuerzo, trabajo, ilusión, nobleza y pundonor han conseguido superar victoriosamente todas las dificultades que han ido surgiendo por el camino convirtiéndoles por méritos propios, en primer lugar, en Campeones de Europa y finalmente, Campeones del Mundo. Hasta este momento, nuestro deporte rey había brillado a nivel de clubes a través de equipos como el FC. Barcelona, Real Madrid, Sevilla o Zaragoza. Desde el pasado domingo, este honor corresponde a todo un país, a sus 19 autonomías, con todos sus credos e ideologías. Desde el pasado domingo, España pasará a formar parte de la historia como consecuencia del juego desplegado por su selección, por el extraordinario juego de equipo, por la calidad de sus individualidades pero sobre todo, porque todo un país ha apoyado incondicionalmente al equipo que representa a todos los españoles sin exclusión alguna.

Por dicho motivo, los españoles tenemos la obligación moral de alejar de nuestras mentes cualquier tipo de pensamiento pernicioso centrándonos exclusivamente, durante los próximos días, en disfrutar de un momento histórico. Los españoles debemos sentirnos orgullosos de lo que jamás antes nadie había conseguido, aunar las voluntades de todo un país alrededor de un único sentimiento, de un único color, el de pertenecer a una nación representada en su totalidad por la Selección Española. En definitiva, los españoles hemos apoyado incondicionalmente, en los últimos días, a la Selección Española que ha alcanzado un histórico resultado. Hemos sufrido, hemos disfrutado, hemos llorado, hemos besado, hemos saltado pero, sobre todo hemos compartido un sentimiento centralizado alrededor de unos colores, los de la Selección que representa a todos los españoles sin exclusión alguna por todo ello, ¡MUCHAS GRACIAS CAMPEONES!

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