domingo, 25 de abril de 2010

Zp en el país de las maravillas

Antes de comenzar la reflexión de hoy, debo recordar los últimos datos conocidos como consecuencia de la precaria situación socio económico que experimenta nuestro país. El número de desempleados supera los 4.504.338, entre los cuales 1.220.000 corresponden a familias con todos los miembros parados y 1.433.877 a parados sin ningún tipo de prestaciones. Siete comunidades autónomas superan el 20% en la tasa de desempleo, seis provincias superan el 25% y en cinco comunidades los parados que cobran subsidios superan el 50%. Por tanto, nos encontramos ante una circunstancia realmente extraordinaria que requiere de medidas extraordinaria que corrijan el devenir de nuestra economía sin olvidar, que todo esto se ha producido como consecuencia de la incapacidad del Ejecutivo socialista.

Una vez hechas estas puntualizaciones, es momento de reflexionar sobre las diferentes medidas inconcretas anunciadas por un Ejecutivo socialista incapaz de asumir las responsabilidades propias de quien gobierna un país. La falta de liquidez como consecuencia del incremento espectacular en el déficit público ha provocado que la Comisión Europea reaccione exigiendo la adopción de medidas contundentes encaminadas a contener e incluso reducir el gasto público, propiciando de esta manera la disminución de unas cifras que hacen inviable nuestra subsistencia en el seno de la Unión Europea para lo cual, deberían haberlas consensuado con todas las autonomías en el marco competente, el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Sin embargo, la única decisión adoptada en dicho Consejo fue la creación de una comisión cuyos resultados no se conocerán hasta el próximo día 10 de junio. Mientras tanto, el Gobierno socialista en vez de contener el gasto público reduciendo el número de ministerios tal y como le instaron en el Congreso de los Diputados la mayoría de las fueras políticas con representación parlamentaria, ha aumentado el gasto de personal un 4,6% y la partida destinada a dichos ministerios un 8,6%.

Frente a esta incapacidad, nos encontramos con autonomías que han puesto en marcha diferentes medidas al objeto de contener el gasto público así como, prestar ayuda a las pequeñas y medianas empresas a través, de la disminución de algunos impuestos con la intención de fomentar el incremento en la contratación. Sin ir más lejos, podría señalar como el Ejecutivo de nuestra ciudad aprobó en junio de 2008, el Plan de Austeridad y Contención del Gasto Corriente, el primero de esta naturaleza adoptado por un gobierno autonómico además, del Plan de Maximización de Ingresos Públicos y de Ajustes Fiscales 2010 aprobado en la penúltima sesión plenaria, instrumentos que evidencian la implicación del Gobierno de Ceuta en el objetivo obligado de garantizar la sostenibilidad de las cuentas y de los servicios públicos.

No obstante, no es momento de críticas y enfrentamientos, es momento de consensuar entre todas las formaciones políticas comprometidas con el futuro de nuestro país las medidas necesarias que nos hagan superar nuestra caótica situación económica. Es el momento de aplicar una “cirugía invasiva” en nuestro mercado laboral alejando de una vez por todas, el miedo existente a las movilizaciones sindicales. Es el momento de contener el gasto por parte de todas las administraciones al objeto de reducir el déficit público existente. En definitiva, es el momento de mirar al futuro con optimismo pero, con la responsabilidad necesaria para aceptar los problemas existentes y aplicar en consecuencia, las únicas medidas posibles al objeto de emprender lo antes posible el regreso a la normalidad.

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