Felicidad y prosperidad

Un año más continuaré compartiendo  con los lectores de este medio de comunicación mis  reflexiones sobre la actualidad informativa local y nacional. Por ello, expresar  en primer lugar mi agradecimiento a la dirección del Pueblo de Ceuta por ofrecerme esta maravillosa oportunidad,  y como no podría ser de otra manera, a los lectores que depositan su confianza en este humilde columnista semana tras semana. Elegir un tema, reflexionar  y compartirlo con  ustedes es un sueño hecho realidad.

En unas pocas horas nos aventuraremos en un nuevo año en el que se continuarán adoptando medidas no deseadas, temporales y excepcionales aunque, totalmente necesarias para alcanzar la recuperación de un país lastrado por la mayor tasa de desempleo de todos los estados miembros de la Unión Europea y por una deuda pública insostenible. No obstante, las medidas ya adoptadas durante el año que hoy terminamos, nos  permiten mantener las esperanzas en un país que al fin  disfruta  del reconocimiento internacional.

A pesar de todo ello, permítanme recordarles una realidad constatable a través de las informaciones existentes en cualquier hemeroteca. Los  gobiernos socialistas siempre han finiquitado  sus legislaturas  adelantando las  elecciones como consecuencia directa  de los problemas generados en materias esenciales (desempleo y déficit económico).  Por tanto, podríamos equiparar a sus dirigentes con  las hordas de Atila, el rey de los Hunos, protagonistas de la célebre frase “por donde pasan no crecen los brotes verdes”.

No puedo ocultar mi indignación cuando escucho a los líderes socialistas  que nos han traído a la situación actual  afirmar, que las medidas adoptadas por quienes democráticamente han recibido la confianza mayoritaria de los españoles, nos llevarán a la recesión y a la destrucción de empleo. El partido socialista  desconfía totalmente  de la capacidad de sacrificio de un pueblo español, que ya fue capaz de salir airoso hace años  de una situación similar  protagonizada  por los mismos dirigentes que hoy ocupan su dirección.

No obstante,  no quisiera  finalizar mi última colaboración del año con  pensamientos negativos es decir, pensando en las consecuencias inmediatas de la incapacidad de los dirigentes socialista en dos momentos históricos.  Deseo despedir el año desde las buenas sensaciones que me ofrecen las últimas afirmaciones pronunciadas por  los máximos responsables en materia económica de la Unión Europea,  “España está en el buen camino”. Este es mi último pensamiento del año por ello, expresarles mis mejores deseos de felicidad y prosperidad para un año que será el de la recuperación de la economía española. Feliz año 2013.