domingo, 10 de octubre de 2010

En respuesta al compromiso adquirido con la ciudadanía

La semana pasada, los ceutíes fuimos informados a través de los diferentes medios de comunicación locales del cese, del hasta ese momento consejero de gobernación, José Antonio Rodríguez Gómez. Un político que ha ocupado en los últimos nueve años diferentes responsabilidades tanto, en los órganos internos del Partido Popular como, en los distintos gobiernos de esta misma formación política a plena satisfacción de quienes lo eligieron; Viceconsejero de Comunicación, Viceconsejero de Turismo y Consejero de Gobernación.

Debo puntualizar, que la primera labor que un candidato a la Presidencia de la ciudad debe acometer cuando recibe la confianza de los ciudadanos, es designar al equipo de personas que le acompañarán en las labores de Gobierno durante toda la legislatura. Evidentemente, estas personas deben cumplir unos requisitos a criterio exclusivamente de quien los ha elegido. En primer lugar, deben coincidir ideológicamente aunque, en ocasiones este requisito no es. En segundo lugar, deben ser personas de su absoluta confianza y en tercer lugar, totalmente capacitadas para llevar a cabo el proyecto político asignado. Debo aclarar en este punto, que el político fija las directrices políticas en las actuaciones que los cualificados funcionarios municipales acometerán, siempre dentro de la legalidad vigente.

De la misma forma y también por mandato de la ciudadanía, cuando alguno de los integrantes del equipo quebranta algunas de ellas, el jefe del Ejecutivo, en uso de las atribuciones conferidas, debe cesarlo inmediatamente. En esta ocasión, tal y como ha informado ampliamente el propio Presidente de la Ciudad, tras una pérdida total de confianza argumentada en la incapacidad del ya ex consejero en llevar a cabo una reestructuración totalmente necesaria en unos servicios esenciales para quien dirige el Ejecutivo así como, por algunos incumplimientos graves denunciadas por las tres centrales sindicales mayoritarias en el área de Gobernación.

Como no podía ser de otra manera, la dinámica habitual utilizada por la oposición es criticar todas las decisiones adoptadas por el Ejecutivo local no obstante, en los últimos meses, esta aptitud legítima ha dado paso a un recrudecimiento iracundo, transmutándose la crítica en la imputación directa de denuncias infundadas contra cualquier miembro del Ejecutivo. Las principales formaciones políticas en la oposición aplican exclusivamente el trasnochado recurso apoyado en el conocido proverbio “calumnia y miente, que algo quedará”. Las propuestas de mejoras en las decisiones del Gobierno no se encuentran en el argumentario de unos pseudo políticos, que deberían acudir a presentar dichas denuncias al organismo competente, a los tribunales de justicia.

En definitiva, el Presidente de la Ciudad, en cumplimiento de las atribuciones encomendadas mayoritariamente por el pueblo de Ceuta, cesa por las razones esgrimidas a un miembro de su Ejecutivo. Así mismo, una vez analizadas y valoradas las deficiencias detectadas en unos servicios públicos esenciales para la sociedad, decide asumir directamente las competencias sobre las áreas cuestionadas, nombrando a un viceconsejero, colaborador directo, que gestionará, desde estos momentos, las labores diarias de los cuerpos de Policía Local y Bomberos. La decisión puede ser criticada por las formaciones políticas en la oposición pero, responde exactamente al compromiso adquirido por Juan Jesús Vivas con una ciudadanía que le otorgó mayoritariamente su confianza al frente del Ejecutivo local.

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