Las declaraciones efectuadas la pasada semana por
el vicesecretario de comunicación del
Partido Popular, Emilio Carreira Ruíz, respecto a uno de los factores que lleva al fracaso escolar a un importante
número de jóvenes ceutíes, situándonos en las primeras posiciones del país en esta problemática, provocaron las críticas airadas de las formaciones políticas en la oposición
y abrieron al mismo tiempo un interesante debate sobre una lacra que
afecta gravemente a nuestro sistema
educativo.
El responsable
popular afirmó “Falta un compromiso que ni el Estado ni ninguna administración
pública puede solucionar por mucho dinero que ponga, que los padres se tienen
que preocupar por la educación de sus hijos, vigilar por que vayan a clase y
que hagan un seguimiento de su educación” y añadió “El Estado puede hacer
colegios de oro, pero si los niños no van no servirán para nada. Y si están en
sus barrios dando vueltas o haciendo otras cosas, quizás más interesantes, no
digo que no, pero si los padres no acompañan a los educadores en la educación
habrá otra generación perdida...”
Quienes han criticado
estas palabras desconocen totalmente que los padres del país que lidera la
clasificación europea en Educación según las conclusiones del último informe
PISA, Finlandia, son plenamente conscientes de su responsabilidad en la
educación de sus hijos, por delante de la escuela, complementando el esfuerzo
que se realiza en los colegios. El 80% de las familias finlandesas van a las
bibliotecas durante los fines de semana
con la intención de fomentar este hábito entre
sus hijos. La familia se convierte en uno de los tres pilares del éxito
educativo finlandés (familia, escuela y recursos socioculturales).
Evidentemente existen
otros factores que sitúan a los jóvenes finlandeses a la cabeza de una clasificación mundial que valora la calidad
de los diferentes sistemas educativos. Entre estos factores debo destacar
que durante los primeros seis años de la
primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo
maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido. Maestros que deben
demostrar su excelencia alcanzando las mejores notas para poder impartir sus
conocimientos en la educación primaria.
Debo señalar que la educación es completamente gratuita desde prescolar
hasta la universidad incluyendo las clases, el comedor, los libros y hasta el
material escolar.
Por tanto y pese a las
críticas provenientes de la oposición, las afirmaciones del responsable de
comunicación de los populares ceutíes no estaban tan descaminadas tras conocer
uno de los pilares básicos en el éxito
de un sistema educativo basado en la perfecta coordinación entre la familia, la
escuela y los recursos socioculturales. Si todos somos conscientes que la educación es la llave para el desarrollo
de un país, todos deberíamos implicarnos en la educación de nuestros jóvenes desestimando
la utilización partidista de esta problemática. En definitiva, Emilio Carreira
no estaba tan equivocado.
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