Algunos dirigentes
socialistas parecen haber perdido el
raciocinio en los últimos días de la
misma manera que perdieron la confianza de los españoles. Responsables
políticos que obvian deliberadamente la gestión económica ejecutada
en los últimos siete años por el
Gobierno socialista que nos ha situado en los vagones de cola de los países
miembros de la Unión Europea. Por poner un ejemplo, la ex ministra socialista
de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, a pesar de la que está
cayendo, aprobó a sólo dos días de perder las elecciones generales ante el
Partido Popular de Mariano Rajoy, una resolución por la que concedía
subvenciones, premios, ayudas y becas a diferentes organizaciones por un
importe total de 2.200.000 euros.
Decisiones como esta
son las que han situado a nuestro país
al borde de la bancarrota argumentando la retirada mayoritaria de la confianza
de los españoles en una formación política,
cuyos dirigentes aprovechan la
publicación de los resultados de la primera encuesta del Centro de
Investigaciones Sociológicas tras la celebración de las Elecciones Generales
del mes de noviembre, para incidir única y exclusivamente en una supuesta pérdida de confianza de los españoles
respecto al Partido Popular obviando
totalmente, lo que piensan los ciudadanos respecto al recientemente
elegido secretario general de los
socialistas españoles, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los ciudadanos
somos plenamente conscientes de la
impopularidad de las medidas adoptadas
en las últimas semanas por el Ejecutivo Central como consecuencia directa de la
grave crisis socio económica que atraviesa nuestro país. A pesar de todo ello,
la encuesta mencionada mantiene a los
populares casi quince puntos por encima del PSOE, reflejando que el Gobierno de
Mariano Rajoy, pese a los momentos de dificultad y las medidas de ajuste
adoptadas, mantiene mayoritariamente la
confianza y el respaldo de los ciudadanos. Sin ninguna duda, el contexto de
dificultad económica que experimenta España resta trascendencia al mínimo
retroceso del PP respecto a las generales, tan solo dos puntos.
Sin ninguna duda, es
el momento oportuno para recordarles a
los dirigentes socialistas precedentes
de gobiernos anteriores que pocos meses
después de la celebración de procesos electorales sufrieron leves caídas en estimación de voto.
Por todo ello, más le valdría al PSOE preocuparse por unos resultados que les
otorga la peor estimación de voto desde 1996, probablemente la más baja desde
que se creara el CIS. Pero además, que
señala claramente que Rubalcaba, máximo
responsable de los socialistas españoles,
genera poca o nula confianza en el 74 por ciento de los encuestados e
incluso en el 40 por ciento de sus propios votantes. El vaso medio vacío o
medio lleno según el color del cristal con
que se mira.
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