Comienzo mi última reflexión de la temporada expresando mis
felicitaciones al pueblo de Ceuta con motivo del Día de la Patrona,
Santa María de África, y muy especialmente a quienes hoy celebran su
onomástica. Felicitaciones, que como no podría ser de otra manera, hago extensivas a la comunidad musulmana que
finalizará en breves fechas el mes sagrado del Ramadán.
Sin ninguna duda, una
temporada compleja, aunque marcada por
la aparición de claros indicios de
recuperación. Entre otros, el número de desempleados ha descendido en 127.248
personas, la mayor reducción del paro registrado en un mes de junio de toda la
serie histórica y el hecho cierto de que la economía española, por primera vez desde 1997, no necesitará financiación del exterior.
A pesar de estos datos, el progresismo español continúa
inmerso en la campaña de desprestigio iniciada desde el mismo instante en que
los españoles otorgaron democráticamente su confianza al Partido Popular. Un
progresismo que ha abandonado definitivamente la senda de la colaboración para buscar única y exclusivamente el enfrentamiento y la
crispación.
La labor que hoy finalizo temporalmente ha sido compleja,
pero distinguida en todo momento por el respeto. Estoy plenamente convencido que pensar
libremente, valorar diferentes
opciones y compartirlas con ustedes
constituye un ejercicio democrático altamente recomendable, a pesar de las
críticas. Para la próxima temporada prometo mayor compromiso, capacidad de
reflexión, objetividad e independencia.
Y finalizo mi columna de hoy
con una frase poco utilizada en
estos tiempos, pero que demuestra mi gratitud hacia El Pueblo de Ceuta, mi
casa, un medio de comunicación en el que puedo compartir con total libertad mis
reflexiones con todos sus lectores: “Es
de bien nacido ser agradecido”. Muchas gracias, nos vemos en breve.
0 comentarios:
Publicar un comentario