miércoles, 24 de febrero de 2010

¿Qué habría sucedido?

La decisión adoptada por las centrales sindicales mayoritarias, UGT y CCOO, en relación al inicio de movilizaciones en diferentes puntos de nuestra geografía, con motivo de las últimas decisiones adoptadas por el Ejecutivo socialista, deberían haber respondido a las reivindicaciones de una ciudadanía desorientada y hastiada de la gestión económica, de quienes han originado el mayor incremento en el número real de desempleados de nuestra corta historia democrática.

Es momento de refrescar la memoria a quienes apoyaron en las urnas a los que, desde el primer momento, siempre utilizaron la mentira como única justificación a su incapacidad. El primero en mentir, fue el máximo dirigente en las cuestiones económicas del partido socialista, Pedro Solbes, durante la campaña electoral de las últimas Elecciones Generales, al afirmar que no existían datos reales que avalaran los primero síntomas de la crisis socio económica que se avecinaba. Poco después, con motivo de la campaña electoral de las Elecciones Europeas, reincidió en la mentira al afirmar que saldríamos de la crisis en el segundo semestre de 2009. Posteriormente, les correspondió mentir a los responsables en las áreas de Trabajo y Economía, cuando aseguraron que no llegaríamos a los cuatro millones de desempleados para, unos días después, corregir al señalar que el paro seguiría creciendo durante el año 2010.

Hasta este momento, las mentiras habían sido protagonizadas tan solo, por destacados miembros del Ejecutivo de Zapatero quien, para no ser menos que sus subordinados, no tardó en incorporarse al club de los mentirosos al proclamar contundentemente en sede parlamentaria “España no esta peor hoy que hace seis meses” y “España está prácticamente a punto de dejar la recesión económica”. Aunque, no han sido las únicas frases pronunciadas por el máximo dirigente socialista desde su llegada a la presidencia del Gobierno en respuesta al incremento espectacular en el número de desempleados. Las últimas medidas presentadas demuestran la insolidaridad del Ejecutivo socialista con la ciudadanía, al plantear un aumento en la edad de jubilación de los 65 a los 67 años así como, una ampliación de 15 a 20 en los años cotizados necesarios para tener derecho a Pensión Contributiva, como solución al descenso en las aportaciones a la Seguridad Social por parte de los trabajadores españoles.

En definitiva, las centrales sindicales mayoritarias han decidido responder con “timidez” a través de la movilización, contra quienes han protagonizado la peor gestión económica de nuestra corta historia democrática. Gestión, que no debemos olvidar, ha causado más de 4.500.000 de desempleados, entre los cuales, 1.220.000 corresponden a familias con todos sus miembros parados y 1.434.000 desempleados sin ningún tipo de prestación. Un tasa de desempleo que alcanzará el 20% en los próximos meses frente a un 9% existente en la zona euro. No obstante, me embarga el mayor sentimiento de frustración al comprobar como, las centrales mayoritarias han sido incapaces de movilizar a la ciudadanía en los peores momentos socio económicos de toda nuestra historia democrática. Resumiendo, una pregunta extraigo de mi reflexión y del trabajo desarrollado por estas centrales en la preparación de las manifestaciones organizadas ¿qué habría sucedido sí el Partido Popular hubiera estado en el Gobierno de España?.

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