sábado, 26 de diciembre de 2009

La naviera que llegó para incumplir sus promesas

El informe elaborado por el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, a petición del Consejo Económico y Social de Ceuta, en relación al servicio prestado por las diferentes navieras que operan en la línea Ceuta-Algeciras no incluía la última tropelía protagonizada por quien iniciara sus operaciones hace tres años procedente de Denia, Balearia. Naviera, llegada a nuestra ciudad en octubre de 2006 con grandes promesas de fidelidad hacia los ceutíes aunque, las circunstancias acontecidas desde su puesta en marcha han demostrado la inconsistencia de las mismas.

Una Compañía que se reitera en el engaño fácil anunciando a la ciudadanía, hasta en tres ocasiones, la incorporación a la Línea del Estrecho de embarcaciones proyectadas con la “intención de innovar en el concepto existente de las comunicaciones marítimas entre Ceuta y Algeciras” cuando, la realidad ha demostrado en todas las ocasiones la falsedad de las mismas. Primero, fue el anuncio de la llegada de un fast ferry de última generación, el Ramón Llull, posteriormente, el del super fast ferry, Federico García Lorca, anunciado en su día como el fast ferry monocasco más grande del mundo y ahora, el anuncio de la llegada del ferry “Pació per Formentera” que posibilitaría una posible disminución de las tarifas existentes cercanas al 25% debido al bajo consumo de combustible y con una duración en el trayecto de 1 hora y cinco minutos aproximadamente.

Aunque, en esta ocasión el engaño ha crecido de la misma forma que la nariz de Zpinocho. Al mismo tiempo, que la prensa local recogía el anuncio ofrecido por un responsable de esta naviera, el periódico balear, Diario de Ibiza se congratulaba de la finalización de la construcción de la embarcación comprometida por Balearia con el Gobierno Balear al objeto de prestar sus servicios en la línea marítima entre Formentera, Dénia e Ibiza, bautizándolo incluso con el lema de la campaña promocional que desarrolla la Consellería de Turismo de esta Comunidad.

Además, una vez iniciadas las rotaciones, los ceutíes hemos podido comprobar que el engaño es aún mayor ya que, la duración de la travesía se alarga en una hora y treinta minutos, superando ampliamente el tiempo empleado por el resto de embarcaciones tipo fast ferry que enlazan ambas ciudades. En definitiva, un nuevo engaño propiciado por quienes se han autoproclamado defensores de los intereses de los ceutíes.

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